Bartolomé de las Casas y su Brevísima Relación de las Destrucción de las Indias

Publicado: 20 febrero, 2012 en Artículo, Artículo Histórico
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No hay guerras limpias, pero sí hay guerras que destacan por su notoria brutalidad. Fray Bartolomé de la Casas, fraile dominico nacido en Sevilla (según el biógrafo Álvaro Huerga, entre 1484 y 1485), dedicó toda su obra literaria a denunciar la forma en que se llevaba a cabo la colonización de América. Las Casas y muchos otros religiosos, políticos y ciudadanos comunes de la España del siglo XVI aborrecían la barbarie cometidas contra los indios de América en nombre de Dios, del rey, pero sobre todo en nombre de la codicia.
Brevísima Relación de la Destrucción de las Indias es de entre la extensa obra de Las Casas el escrito más difundido y también el más polémico. En ella se denuncian las injusticias y crímenes sufridas por los indios durante la conquista y colonización de América. Los episodios narrados en sus 150 páginas superan cualquier contexto histórico y entran de lleno dentro del género literario del terror a pesar de tratarse de una “crónica de indias”.

La Brevísima, como se conoce también a este librillo, es un texto lleno de relatos que en la mente de quién las lee, e intenta imaginar, superan toda capacidad creativa. ¿Sucedieron tal cuál los hecho narrados en la Brevísima, obra que pronto se convertiría en piedra arrojadiza contra el imperio español, o se trata de medias verdades y exageraciones de un religioso, defensor de los indios, frustrado por no poder detener la dinámica injusta de la maquinaria colonial?
Terminada de redactar en Valencia el 8 de diciembre de 1542 y editada y publicada junto a otros 7 tratados una década después, es para autores como José Alcina Franch, una obra que no puede tomarse como fuente primaria, pero que en buena medida contiene acusaciones demostrables (Alcina 1987 p. 129-131). Incluso es definida la Brevísima como “panfleto” (Huerga 1998 p. 21), y a su autor como “hombre apasionado… (que) exagera y distorsiona las cifras y lo hace hasta el punto que incluso puede ser calificado de paranoico” (Alcina 1987 p. 129).
Sin embargo, las duras críticas de los autores que han estudiado esta y otras obras de Las Casas, deben ser tomadas dentro del marco exclusivo de la Brevísima. Advierte Huerga que, “Las Casas no es el de ese folletín, pergeñado y publicado en un momento de crisis depresiva” y continúa afirmando que “… De único vacationis modo o Historia de Indias, refleja su personalidad mejor…”(Huerga 1998 p. 21). Huerga, de este modo, no duda en defender a Las Casas como cronista consagrado y autor de obras de referencia sobre aquel periodo histórico, cuyo valor científico y rigurosidad investigativa no deja lugar a dudas.
A pesar de todo, si los datos utilizados por Las Casas en la Brevísima concuerdan o no con la realidad de las Indias del siglo XV y XVI es un debate abierto. Por nombrar un ejemplo, Alcina cree que si el monje dominico exagera en las cifras y causas del despoblamiento de América, no lo hace en una medida tan grande como a veces se pretende dar a entender por otros biógrafos. El autor aclara que las razones de la despoblación sufrida por la Indias en las primeras décadas de la conquista no pueden achacarse, como da a entender Las Casas en la Brevísima, solamente a la acción militar, sino que en una medida proporcionalmente mayor las enfermedades y la destrucción de la estructura social y económica de la comunidades indígenas precipitaron los acontecimientos (Alcina 1987 p.130). Por consiguiente, la violencia directa no sería la causante principal de la desaparición de poblaciones enteras, sino una parte de un proceso destructivo más amplio y no menos salvaje, causado por la forma en que se estaba llevando a cabo la colonización de América.
Huerga le achaca una total falta de fuentes documentales a la obra más famosa del defensor de los indios, ya que el libro no menciona ninguna referencia bibliográfica que ayude a corroborar los acontecimientos que narra, ni facilita los nombres de los conquistadores que llevan a cabo las matanzas que narra, limitándose a denunciar de forma anónima acontecimientos genéricos: “Oficial del rey hobo (sic) en esta isla que le dieron de repartimiento trecientos indios e acabo de tres meses había muerto en los trabajos de las minas los docientos e setenta, que no le quedaron de todos sino treinta, que fue el diezmo. Después le dieron otros tantos y más, e también los mató, e dábanle más y más mataba, hasta que se murió y el diablo le llevó el alma.” (Brevísma 1985 p. 55).
Pero no hace falta mucha bibliografía para demostrar que muchas aseveraciones graves hechas por Las Casas en La Brevísima son ciertas. Cuenta el defensor de los indios en su obra más criticada, que en el año 1525 de no haber sido por la intervención de los religiosos y de la Real Audiencia, máximo órgano de justicia de Castilla, “en dos años dejaran la Nueva España (parte de México moderno) como está ahora la isla Española” (Brevísma 1985 p. 83). La Española, tal como denuncia Las Casas, estaba tan falta de indios, que en otro pasaje del libro relata el padre dominico: “han traído a la isla la Española y Sant Juan (ahora Puerto Rico), de toda aquella costa (ahora Venezuela), que estaba pobladísima, más de dos cuentos de ánimas salteadas, que todas también las han muerto en las dichas islas echándolos, a las minas y en los otros trabajos, allende de las multitúdines que en ellas, como arriba decimos, había” (Brevísma 1985 p. 105). De esta forma Las Casas demuestra cómo tras haber acabado con la práctica totalidad de los indios de las islas mencionadas sólo 30 años después de descubiertas, se secuestran indios en tierra firme para poder mantener la producción de los territorios insulares.

En el ocaso de sus años, escribe Bartolomé de Las Casas al Consejo de Indias, órgano administrativo encargado de los asuntos de América, y repite en ocho conclusiones las demandas que llevaba todo una vida haciendo:
1º todas las conquistas habían sido injustísimas, como realizadas por tiranos
2º todos los reinos y señoríos de las Indias habían sido usurpados
3º la encomienda era una institución inicua y dañina por sí misma
4º tanto los que daban las encomiendas como los que las recibían pecaban mortalmente
5º el rey, para justificar aquellas conquistas y la imposición de la encomiendas, no tenía más poder
que para justificar las guerras y robos que hacen los turcos al pueblo cristiano
7º si aquellos que han robado tales tesoros nos los restituyes a sus verdaderos dueños, no podrán
salvarse
8º los indios americanos tienen todo el derecho que les durará hasta el día del juicio de hacernos
guerra justísima y raernos de la haz de la tierra. (Alcina 1987 p.13).
De normal colono español, en cuya condición llegó Las Casas a América en 1502, se reconvierte en el fraile dominico que más clamaba por las injusticias cometidas contra los indios. De encomendero en Cuba y la Española en sus primeros años en América pasa a denunciar incansablemente las barbaridades cometidas por los colonos en las Indias. De ser un personaje más de la maquinaria destructiva de la colonia, se transforma en la voz que advertía a reyes y encomenderos de la condena que les esperaba por las injusticias que cometían contra los indios (Brevísma 1985 p. 83).
Bartolomé de las Casas fue testigo y cronistas de una de las épocas más brillantes de la historia de la humanidad, en la que un continente ignorado por el mundo conocido se abría ante los pasmados ojos de los aventureros españoles. Pero Las Casas también tuvo que ver y narrar a lo largo de su obra literaria, y en particular en la Brevísima, cómo maltrataban, explotaban, engañaban, traicionaban y asesinaban en masa a los habitantes originales de América, con una normalidad y habilidad que cuesta trabajo imaginar y ciertamente duele mucho conocer. Bartolomé de las Casas
es testigo de las primeras décadas de la conquista de América, y su historia personal, es la de un hombre, que a pesar de no ser el único entre sus compatriotas, fue el que más alto alzó su voz por defender a los indios.
Brevísima Relación de la Destrucción de la Indias es un libro que es preciso leer para hacerse una idea de la magnitud del drama que significó la colonización del nuevo mundo, advertido el lector de sus limitaciones documentales y posibles exageraciones. Para muchos autores puede que la Brevísima sea una obra casi de ficción, pero incluso en ese caso la historia que cuenta está basada en hechos muy reales.
Bibliografía:
– Las Casas de, Bartolomé. Brevísima relación de la destrucción de las Indias. Editorial
Sarpe. Madrid 1985. ISBN: 84-599-0412-1
– Alcina Franch, José. Protagonistas de América, Bartolomé de Las Casas. Historia 16.
Madrid 1986. ISBN: 84-7679-022-8
– Huerga, Álvaro. Fray Bartolomé de las Casas, Obras completas. Tomo 1 Vida y Obras.
Alianza Editorial. Madrid 1998. ISBN: 84-206-4061-1

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